¡Vaya marrón!

En medio de la tormenta de la NFL, el rayo chargerciano hace acto de presencia con sus mejores galas azules contra la naranja mecánica de la división. Denver y Los Ángeles. Un potro salvaje y un rayo. Un azul y un naranja. Algo más que un partido…

«Nacimos para partidos como éste». Frase muy cinematográfica que no se aleja para nada de la verdad. Un tío de estos con su casquito, sus protecciones y sus botas de tacos cobra un pastizal. Pero un pastizal pastizal. Sólo faltaría que encima no «naciera para partidos como éste». Pues el domingo es un partido de ésos. Uno en los que te juegas todo (o casi todo). Y lo peor es que al contrario que en la ficción, tenemos casi todo de cara.

Los Chargers llegan pues a su estilo, en modo montaña rusa. Luego de empezar 0-4 decidieron ponerse a ganar. Hubo mejoras contra Giants, y frente a Raiders vino la mini supernova del coach Lynn. Fue la primera vez que el coaching staff torció la balanza del partido hacia nuestro favor.

 

Ajustando para ganar:

Así a grandes rasgos supieron leer perfectamente cómo se desarrolló el partido. Carr, debido a la lesión, soltaba pases muy rápidos. Sobretodo a las checks del RB y rutas cortas. Pusimos defensa en zona a más no poder y provocamos que su ofensiva, después del ajuste, sólo consiguiera un TD porque nuestros safeties son daquela maneira. La defensa de Raiders no confía en su secundaria así que buena parte del partido estuvieron muy prevent, muy resguardados. Pero claro, en el drive final tuvieron que arriesgar un poquito. Total: Lynn y Whisehunt, que llevaban todo el partido con pases cortos a Gordon para intentar hacer a la defensa arriesgar, vieron el C-2 Man y mandaron a KA profundo. Hunter Henry en una corner sencillamente aniquila al LB mientras los otros defensive backs se preocupan de Allen. Para finalizar manejó muy bien el reloj y puso a Gordon a correr para acercar el FG de Novak.

Bravo coaching staff. Esa victoria fue vuestra. Parece que esto empieza a dar frutos.

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Melvin Gordon saltando por encima de un rival el domingo pasado (Imagen de boltsfromtheblue.com)

 

El partido:

En dos semanas llega el BYE, y al maravilloso calendario de la NFL se le ocurrió poner Broncos y Patriots antes de la semana de descanso. Cabe añadir que, siendo una montaña rusa, llegamos con récord de 2-4 contra un rival divisional. Quiero decir que te estás jugando casi media temporada en un partido. Que quizá sea la última bala para llegar a PO. Que el partido del domingo es EL PARTIDO.

Para más inri su QB llega tocado, ni Sanders ni Mackenzie jugarán y los recibimos en casita. Situación idílica. Un locus amoenus de manual, tan perfecto todo que no me lo creo. Puede que sea porque soy de los Chargers y la desilusión es algo que mamas desde pequeño, pero algo huele raro. Pero parece que los astros se alían para nosotros cuando más lo necesitábamos. Tan, tan a favor que sería un marrón la derrota.

 

¿Suerte o marrón?:

¿Desde cuándo tenemos suerte? Nosotros. El equipo de los 20 lesionados y los dos FGs fallados. El que hace lo imposible y más por perder el partido. Ese mismo, de repente, tiene ahora ante sí la situación ideal para dar el golpe sobre la mesa. Un golpe que necesitamos todos después de estas últimas temporadas. Después de remontar ante los Giants; de sufrir y ganar por un FG (si leísteis bien). Después de la vuelta de Mike Williams y de la recuperación de Perryman, de los brotes verdes de Lynn, llega esto. Tanta suerte junta… Y ése es el peligro. Porque la derrota significaría volver a tirar una temporada. A aguantar mofas y risas del resto. A que digan que estamos en nuestro sitio, que nunca ganaremos. Que nacimos para perder aún teniendo todo a favor. Por esto y mucho más lo del finde es un marrón.

Me he preguntado por qué soy de los Chargers muchas veces, amigos. Y siempre llego a la misma conclusión. Y es que el día en que uno de esos muchachos levante un Lombardi todo esto habrá dado igual; todo esto sólo habrá sido un trámite. Y, ¿sabéis que? Lo de mañana es un partido de ésos para los que naces. Un partido de ésos que puede ser la diferencia entre llegar a PO o no. Para cimentar un futuro Lombardi y decir estamos aquí. Y nos da igual haber empezado mal. Hay que gritar a los 4 vientos que no esta vez no, que esta vez nos toca. Que somos uno CAMPEONES.


El domingo los Chargers no juegan un partido, juegan EL partido. Mucho que ganar y casi todo que perder. El domingo, amigos, los de naranja y el azul se juntarán en el campo para disputar un marrón,. ¡Y vaya marrón!