Vuelve pronto, Watson

Los que me siguen y me conocen ya lo saben. Y los que no (cosa que me alegro por su bien) se enterarán con este artículo. Soy un completo enamorado de Deshaun Watson. Es un jugador que no sólo es uno de mis protegidos, sino que reconozco no ser objetivo cuando hablo de él. Y este idilio no es de ahora, sino que viene de un par de años atrás. Desde su temporada sophomore en Clemson, la primera de la dos en las que conduciría a esta universidad a la final de la NCAA.

Os imaginareis entonces cómo debo estar, después de la trágica lesión que sufrió este pasado jueves. Durante un entrenamiento, en un drill sin contacto, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Esto no sólo supone que sea baja para el resto de temporada, sino que al tratarse de una lesión tan complicada está por verse si llegará a tiempo para el inicio de la campaña 2018. Un completo jarro de agua fría.


Digiriendo la noticia

En el momento en el que saltó la noticia yo me encontraba preparando una nueva pieza para esta sección. En ella tenía pensado, precisamente, hablar de Watson. Cosas del destino… Su increíble actuación del pasado domingo en Seattle terminó de suponer el impulso que necesitaba para elaborar varios videos que nos acercaran a entender el impresionante nivel al que estaba jugando.

Sobra decir que en cuanto me enteré de la lesión dejé de trabajar en ello. No sólo eso, sino que quedé completamente hundido. Llegó a tal punto mi «bajón» que fui incapaz de reunir fuerzas para seguir revisando su tape. Sin ganas tan siquiera de ver nada de football. Todas las lesiones de gravedad que hemos tenido hasta el momento en la NFL son igual de desgraciadas, pero es evidente que a cada fan le afecta unas más que otras. Esta para mí ha sido devastadora, más incluso que la de mi querido Aaron Rodgers.

Una vez digerida la noticia y tras conversar con los compañeros de la web, decidimos continuar con el artículo. A modo de homenaje, ya que era lo menos que desde Spanish Bowl podíamos hacer como muestra de apoyo. El jugador se lo merece. Y aunque lo que resta de año no podremos disfrutar de su juego, no es excusa para que no podamos deleitarnos con lo que nos ha dejado en sus escasos primeros dos meses como profesional. Dos meses en los que ha anotado 19 TD (máximo de la liga) y completado más del 61% de los lanzamientos. A lo que hay que sumar unas más que meritorias 8,3 yardas por intento de pase. En total, 1699 yardas y un QB rating de 103.

 

Una calidad incontenible

Todos sabemos ya la divertida historia. Bill O’Brien, poseído por el espíritu del “encantador de quarterbacks” que abandera Hue Jackson, nombró a Tom Savage como QB1 para comenzar la temporada. Historia que terminaría con el bueno de Savage en la banda y con Watson a los mandos de la nave tras la friolera de exactamente dos cuartos. Eso fue lo que tardó O’Brien en darse cuenta del garrafal error que había cometido. Y con el que quedó retratado una vez más. Uan entre tantas desde que llegó a Texans como entrenador principal.

El primer encuentro fue muy complicado. Watson entró en una carnicería, con el partido completamente sentenciado y la defensa de Jaguars merendándose a la OL tejana. Pero el quarterback se vistió de largo para su primer puesta en escena como titular. Ni más ni menos que en el Thursday Night Football de la segunda jornada. En horario estelar y con todos los focos apuntándole a él. Quien le haya seguido durante su etapa en College sabrá que esto no supone para Watson ni el más mínimo problema. Al contrario, pienso que cuanta más presión tiene ante él más se crece.

En este partido los Texans sumarían su primera victoria  gracias, como no, a un jugadón del quarterback. Atravesando más de la mitad del campo. Dejando tirados en el suelo a todos y cada uno de los rivales que se cruzaron en su camino. Mostrando así su capacidad de tanto para correr como para improvisar. El QB es una amenaza terrestre de la que deben estar muy atentos los rivales. Watson comenzaba así a ensañarnos a todos de lo que es capaz.

 

Enfrentándose al ogro

Sí, muy interesante esa carrera ante los Bengals, pero eran un equipo buscando aún su propia identidad. Fue a la semana siguiente cuando llegaría el ogro. Houston visitaba Foxboro. Ese territorio maldito para los quarterbacks novatos, en el que el malvado Bill Belichick les destroza sin piedad. Enseñándoles quien manda en esta liga. “De ésta no sale vivo”, pensaron la mayoría. “Aquí conocerán todos la verdadera imagen de Watson”, se relamían sus detractores. Un saludo a todos, de mi parte y de la del jugador.

Los Texans no ganaron por culpa de la cobardía de su propio head coach. O’Brien, otra vez. Le negó al quarterback el balón en el último drive, a punto de rematar a unos Patriots que habían sido totalmente superados durante 59 minutos. El entrenador le regaló un minuto a Brady. El quarterback que tiene la culpa de la etiqueta de gurú ofensivo que arrastra O’Brien. Y tiempo suficiente para que el GOAT prohibiera a Watson de ser el primer QB rookie que asalta el lado oscuro.

No obstante, esta performance ya ha quedado para el recuerdo. Y quiero rescatar este pase que termina en touchdown. En él, podemos ver cómo con la mirada Watson mueve completamente al safety. Así, crea la ventana necesaria para que el balón llegue a las manos del receptor cuando entra en end zone.

 

¿El nuevo señor de la AFC Sur?

Próxima parada, enfrentamiento en casa frente al rival divisional más fuerte: los Titans. Resultado, paliza de los Texans (14-57). Cinco touchdowns anotados por Watson, siendo ésta la tercera ocasión en la historia que un rookie logra tales números. El quarterback jugó y maniató a una defensa de Tennessee que nada pudo hacer ante tal vendaval. Watson le demostró aquel día a los Titans que está dispuesto a ser el amo y señor de la AFC Sur durante mucho, mucho tiempo. En el siguiente video podéis ver uno de los cinco touchdowns.

A priori, no tiene nada de espectacular. Pero simplemente quiero reseñar con este pase la precisión que ha mostrado Watson. Una de las cualidades que a priori se le discutían durante el proceso pre-draft. Fuller corre una fade route desde el slot (una de las jugadas que mejor funcionan en la red zone). Watson le coloca el balón de manera quirúrgica mediante un lanzamiento backshoulder. El defensor no tiene ninguna opción de llegar.

 

La mejor jugada de Watson

Semana cinco de competición y los Texans de nuevo en prime time. Esta vez en el mejor partido de la jornada, el Sunday Night Football. Y ante el único invicto de la liga por aquel entonces, los Kansas City Chiefs. Watson no se arrugó y, a pesar de que su defensa fue totalmente dominada por un ataque de Chiefs que jugó de manera exquisita, el quarterback de los Texans se echó al equipo al hombro y no dio en ningún momento el encuentro por terminado. Remó hasta el final con todo lo que llevaba dentro. Así, completó su segunda actuación consecutiva con cinco touchdowns anotados. Y regalándonos la que, para mí, ha sido la jugada más bonita que ha tenido hasta el día de hoy.

De nuevo podemos comprobar la precisión de Watson, esta vez en un pase muy largo. Esto ha sido una tónica cada domingo. Pero lo asombroso de esta jugada es su capacidad para esquivar la presión que le llega. Quitándose al defensor con un gran movimiento, en el que además se ve obligado a cambiar el balón de mano. Todo esto sin perder de vista a sus receptores y mirando todo el rato downfield para ver cómo se desarrollan las rutas. Magia pura.

 

Watson se doctora ante Seahawks

En el siguiente encuentro tuvo delante a unos Browns cuya defensa anda bien en el front seven, pero que cuenta con una secundaria que cuelga de un alambre. No por ello es menos destacable que volvió a tener una gran actuación, dirigiendo a los suyos a una victoria clara en la que no dio opción a una posible sorpresa. Después llegaría la semana de BYE antes de afrontar otro de los grandes desafíos que tenía por delante. Superado el reto de Patriots, y tras ir de exhibición en exhibición, todos estábamos esperando el duelo que le enfrentaría a los Seattle Seahawks. A la archiconocida Legion of Boom, la enorme secundaria de la mejor defensa de los últimos años.

De nuevo los haters volvieron a decir que ésta sería la piedra de toque definitiva. Enfrentamiento ante una defensiva que ya está entre las mejores de la historia, que además jugaba en casa con un CenturyLink Field que es de los estadios más ruidosos de toda la NFL y cuya afición lleva en volandas a los suyos. Y claro, con una secundaria capaz de sacar los colores hasta del mejor quarterback. El resumen de lo que hizo Watson este pasado fin de semana lo dio Richard Sherman al finalizar el encuentro:

“Watson es el mejor quarterback al que nos hemos enfrentado este año”.

Instant Classic

El HC que lastraba a su QB

Qué demostración de poder, queridos lectores. Qué manera de competir, de luchar hasta el final y de completar una actuación antológica. Fueron 38 los puntos que recibieron los Seahawks. Sí, 38. La tercera mayor anotación que reciben en su casa en la era Pete Carroll. El rótulo que podemos ver en la imagen de arriba lo dice todo, sobran las palabras.

Tal y como pasara ante New England, O’Brien privó a los suyos de la victoria en una última serie amarrategui. En ella el cagómetro salió a relucir. En vez de dejar que Watson confirmara la victoria envío tres carreras por el centro que permitieron que los Seahawks recuperaran la posesión. Luego Russell Wilson, otro QB llamado a hacer historia, completó la remontada en el último instante.

Si no llega a ser por su entrenador, Watson habría salido de Foxboro y de Seattle con dos victorias tras sendas actuaciones prodigiosas en su primer año en la liga. Casi nada. En la última jugada suya de esta pieza tenemos otro ejemplo tanto del accuaracy como del ball placement que posee en pases largos. Fuller no necesita modificar su ruta para atrapar el balón y entrar en la end zone. Watson pone un pase perfecto superando la Cover-3 de Seahawks, incluido al gran Earl Thomas, donde además podemos observar la presencia que tiene dentro del pocket y cómo se libra de la presión realizando un pequeño paso lateral (slide step) y un paso hacia delante (step up). Todo ello nuevamente con la mirada arriba.


La llegada de un QB ganador

Muchos dirán que Watson es un quarterback de highlights . Otros que tarde o temprano terminarían encontrando la forma de detenerle. Tampoco faltarán los que sigan diciendo que su técnica sigue sin ser perfecta, que aún le falta mucho para que sea depurada. O que se ha visto beneficiado de un gameplan diseñado para favorecer sus cualidades y que no es capaz de realizar múltiples lecturas pre- y post-snap. Yo, aparte de pensar que su evolución desde que aterrizó en la NFL es más que evidente, algo de lo que no tenía ninguna duda dado que es un profesional como la copa de un pino, creo que Watson cuenta con varios intangibles que muy pocos jugadores poseen. Su capacidad de liderazgo está fuera de toda duda. No conoce la palabra presión, su ética de trabajo es envidiable. Y lo más importante de todo, es un GANADOR.

Sé que para muchos todo esto sonará a cuento chino, pero para mí tiene una enorme importancia. Son aspectos que no se pueden enseñar, que no son entrenables. Los tienes o no los tienes. Y en el caso de Watson, amigos, no es que los tenga todos, sino que le sobran. El quarterback ya sufrió una lesión similar a la actual durante su año freshman en la universidad. ¿Qué hizo después? Regreso y jugó dos finales que han quedado para la historia. Sé que Watson volverá y lo hará a lo grande. Está preparado para ello y para mucho más. No me puedo despedir más que con una frase que me encanta repetir. WATSON HA NACIDO PARA TRIUNFAR EN LA NFL.

Por Stéfano Prieto

@Stefano_USA