¿Y ahora, Houston?

Tal vez los seguidores de los Houston Texans nunca pensaron que, llegando a la mitad de temporada, la franquicia estuviera en la situación que está ahora. El despido de Bill O’Brien luego de la derrota contra Minnesota fue solo la punta de un iceberg de problemas que están latentes en los pasillos del NRG Stadium.

Radiografía de una mala temporada

Ya la temporada, deportivamente hablando, de por sí es desastrosa. Un récord de 2-6 a mitad de temporada (las dos victorias fueron frente a Jaguars) es inaceptable para una franquicia que antes del kickoff de la temporada, se posicionaba como candidata en su división. Y no se puede culpar solamente al calendario de semejante aberración. Las actuaciones hasta el momento han sido muy malas a ambos lados del balón, con partidos inexplicablemente irregulares. Y el equipo tampoco ha mejorado demasiado luego de que Crennel se haya quedado con las riendas del equipo.

 

Romeo Crennel, en el timón de los Texans / HoustonChronicle.com

 

En ofensiva, el equipo funciona únicamente por aire, porque ya hemos comprobado que David Johnson no ha vuelto a la forma que llevó lejos a los Cardinals (y a sus owners de fantasy) en playoffs. De más está decir que el trade de DeAndre Hopkins no ha sido fructífero. Por aire, la cosa anda un poco mejor con Deshaun Watson. Los receptores se turnan para tener buenas actuaciones, con Randall Cobb como el más consistente hasta el momento. La línea ofensiva está más asentada de lo que parece, lo cual puede ser un buen indicio de cara al futuro.

En defensa, la cosa cambia radicalmente. La secundaria es muy mala y en varios partidos hemos evidenciado como a los jugadores les cuesta horrores tacklear a los rivales. Houston, que habitualmente se caracterizó por tener buenas defensivas en su corta vida en la NFL, hoy tiene una de las peores de la liga.

¿Cuál es el horizonte?

Visto el panorama, uno espera que Houston pueda, al menos tener un récord que al menos lo aleje del último puesto en la AFC Sur. Con Titans y Colts compitiendo cabeza a cabeza por el título divisional, la posibilidad de jugar en enero es menos que un espejismo.

El primer inconveniente que los Texans querrán subsanar será la búsqueda de un head coach y un general manager para reemplazar el puesto que dejó vacante O´Brien. Por ahora, esas funciones la desempeñan Romeo Crennel y Jack Easterby, quien para muchos es más parte del problema que de la solución. Para cualquier candidato la situación va a ser complicada por lo que detallaremos a continuación. Seguramente llevará un tiempo encontrar al elegido.

 

Easterby, el señalado / HoustonChronicle.com

 

El año que viene la franquicia tendrá, por primera vez en muchos años, el salary cap negativo (casi -12 millones de dólares, según Spotrac). Esto implica que los Texans necesitarán deshacerse de algunos contratos fuertes para sanar este problema. Mucho se especuló con que cerca del trade deadline del pasado 3 de noviembre, Houston se deshiciera de varios jugadores de calibre. Esto no ha sucedido, así que seguramente veamos un éxodo durante la próxima offseason.

El draft también será duro para la escuadra texana, ya que no contará con pick de primera ronda por su trade con los Miami Dolphins por Laremy Tunsil, previo a la temporada 2019. Hay que destacar que los Texans tuvieron solo cinco selecciones en todo el draft de este año. Tal vez con algunos trades pueda llegar a recuperar algún pick, o al menos adueñarse de una buena cantidad, pero la situación será costosa de cualquier manera.

Diagnóstico

Los Houston Texans están en una situación de estancamiento importante. La principal preocupación es que no parecen tener rumbo, y en este momento no tienen alguien que pueda darles un rumbo. El valor está en los jugadores, aunque para el año que viene son pocos los que tienen un puesto asegurado en el roster. Todo este conjunto de situaciones genera que la incertidumbre sea la única certeza de cara al futuro.

El único valor casi inamovible que tiene es Deshaun Watson, que está teniendo una temporada similar (en números) a la que tuvo en 2017 antes de lesionarse. Sin embargo, hemos visto como de a poco se ha ido desmantelando todo lo que había a su alrededor sin demasiada explicación.

 

Deshawn Watson, el jugador franquicia / primeroydiez.com

 

Por el bien de él y del equipo, lo ideal será que pueda volver a sentirse acobijado para que en un futuro no muy lejano Houston se acerque a las mieles del éxito más allá de la temporada regular.

 

 

Gonza Fabbri

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