Ya tenemos SuperBowl de sobrerreacción

Me encanta el olor a sobrerreacción del lunes posterior a la primera jornada NFL. No es ninguna broma. Apenas en contadas ocasiones leeremos más disparates. Pocas veces asistiremos al espectáculo de unos opinadores que cambian radicalmente su discurso por un puñado de resultados, que a la larga resultarán casi irrelevantes. Solo en estas situaciones tan extraordinarias, veremos a otros aferrarse a sus principios, cual tabla en naufragio, sobre unas vacuas impresiones de pretemporada, igualmente falaces. Ni las pachangas veraniegas, ni la azarosa semana inaugural, significan apenas nada en la competida liga de fútbol americano profesional. Pero probablemente, no exista otra jornada más divertida.

 

Patriots-49ers: Superbowl LIV

Si vamos a sobrerreaccionar, hagámoslo a lo grande, anunciando ya la próxima superbowl. Quedan 16 jornadas más de puro trámite. Los contendientes en el superdomingo 2 de febrero de 2020 ya están decididos. Serán los New England Patriots y los San Francisco 49ers.

 

Ninguna sorpresa por parte de los representantes de Nueva Inglaterra. El equipo dirigido por Belichick ya era favorito antes de que oval echase a volar. Antes de conocerse que se harían con los servicios del polémico y extraordinario receptor Antonio Brown. Antes de apabullar 33-3 a otro gallito de la competición como los Steelers. Brady está más joven que nunca. Su dinámico planteamiento ofensivo dejó sin respuesta a la defensa acerera. Los defensores patriotas desactivaron una a una todas las armas de los de Pittsburgh. No necesitamos más partidos para convencernos. Gronk… ¿qué? La única duda es qué diseño lucirá el séptimo anillo conmemorativo de ganador para New England.

 

Enfrente tendrán a unos renacidos 49ers. El maestro Brady contra su aprendiz Garoppolo, para mayor gloria de la prensa rosa, amarilla y de cualquier color. La apostura mediterránea versus el atractivo californiano. Quizá, si nos ponemos exquisitos, la parte deportiva esté “algo” descompensada. Puede que los pases de Garoppolo no sean tan precisos. Pero nadie lanza intercepciones con tal belleza. Por fin la ofensiva de Shanahan empieza a carburar. Aunque lo principal es que la defensa de los de la bahía ha recobrado su fuerza. En solo un partido han conseguido casi tantos turnovers como la campaña anterior. Que tiemblen los legados de Montana y de Young.

 

Antonio Brown y Bill Belichick, prisión permanente sin revisión en celdas aisladas

Esta sobrerreacción se vino fraguando antes de la jornada inaugural. Diría que a fuego lento, pero todo lo que involucra a estos personajes se cuece a fuego vivo. Brown superó el listón de tonterías puesto ya bastante alto por otras divas de la competición como Owens, Ochocinco, Newton, etc. Cuando su esperpéntico espectáculo para forzar la salida de Raiders culminó con éxito, todas las miradas acusaron al sospechoso habitual, el lord del mal, Bill Belichick.

 

Que nadie espere sensatez ni templanza en mis palabras. El pueblo ha hablado. Brown interpretó un estudiado y minucioso plan mediático para tocar las narices al bisoño Mayock hasta que le despidiese. El guionista de ese maquiavélico proyecto no podía ser otro que el entrenador del equipo que ya se había interesado vehemente por él, antes de que los acereros le enviasen a Oakland. No necesitamos más pruebas. Que los Raiders hubiesen tenido que pagar 15 millones a alguien que vería los partidos desde su casa es irrelevante. Que los Patriots necesitasen wide-receivers tras la lesión de Harry es irrelevante. Que el receptor quisiera jugar para un equipo contendiente al título es irrelevante. Que necesidades y deseos converjan y faciliten un rápido acuerdo es irrelevante. Son culpables. A la hoguera con ellos.

 

Y que se ande con ojo Goodell y la organización de la NFL. Este es el primer aviso del fin del mundo tal como lo hemos conocido. Este pernicioso ejemplo empezará a cundir entre los jóvenes jugadores. Preparémonos para verles saltar sobre brasas ardientes y toros bravos. Se negarán a entrenar, a vestir obsoletos ropajes old-fashioned, emitirán las charlas técnicas por Periscope. Sus Instagrams tendrán más visitas que los twitts de Trump. ¿Qué será lo siguiente? ¿Que los jugadores pierdan su condición de esclavos y puedan negociar su propio futuro?

 

(paréntesis, ahora en serio, sin sobrerreacción)

Quizá cuando se calme toda esta sobrerreacción, comprobaremos que no es para tanto. Los Patriots no necesitan a Brown para aspirar a todo. Brown no necesita a nadie más que a sí mismo para ser noticia por sus tropelías. Y si bien la liga debe velar por el respeto a los compromisos contractuales adquiridos, tampoco estaría mal que empezase a explorar nuevas vías para solventar estos conflictos. Cláusulas de compensación en picks de draft en caso de ruptura unilateral, un año sin jugar pero pudiendo entrenar,… Creo que ante esta situación nueva, la NFL debería adaptarse con fórmulas imaginativas. Y sobre los Patriots, sin pruebas evidentes de “tampering”, debe prevalecer la presunción de inocencia.

 

¡Pero esto qué es, aquí hemos venido a sobrerreaccionar!

Pero no perdamos el objetivo del artículo. Si hasta la RAE nos autoriza a sobrerreaccionar, sobrerreaccionemos, hermanos. Si unos Ravens dirigidos por un runningback apalizan a los Dolphins, entonces el conjunto de Miami merece descender a segunda división. Pero desde ya, no perdamos el tiempo. Si aspiran al 0-16, así sea, y que sus contrincantes sean premiados con un segundo bye. Que a sus aficionados les devuelvan el importe de sus abonos en forma de camisetas con el nombre de Tua, Herbert, o el próximo QB nº1 del draft de su elección.

 

Y hablando de no gastar tiempo, Daniel Jones quarterback titular de Giants a partir de la próxima semana. Ya han perdido contra Cowboys. La temporada está acabada, porque los newyorkinos jamás han remontado su trayectoria en la segunda parte de la liga.

 

El sistema Kingsbury no funciona, y Murray mucho menos. El año que viene, nuevos entrenador y quarterback rookie en Arizona. Menos mal que el jovencito Fitzgerald todavía estará allí para ayudarles.

 

Otros que deberían bajar los brazos y entregarse a la desidia son los Colts. Han perdido a su QB titular, y todo el mundo sabe que sin el QB titular es imposible hacer nada en esta liga. Da igual que tenga una excelente línea ofensiva, un buen juego de carrera, una sólida defensa… Nada, abandonad toda esperanza. Lo del domingo, un simple espejismo propiciado por el exceso de confianza de los Chargers.

Más sobrerreacción, quiero más, no puedo parar

Los Browns, un paso más cerca de repetir el 0-16. Tantos fuegos artificiales, que al final les han terminado explotando en las manos. Nadie ha sido nunca campeón en Mayo. Son los Browns, y esto es un argumento de mayor peso que el hecho de que se les haya descompuesto la línea ofensiva, estrenado sistema defensivo con un nuevo coordinador, que Mayfield haya sido más estudiado por sus rivales, que deban adaptar el ataque a las nuevas piezas adquiridas… Listo, otro equipo que añadir al saco de decepciones sin posibilidad de enmienda.

 

Trubisky es el nuevo Grossman que echará a perder una extraordinaria generación defensiva. La lesión de Foles permitirá jugar al mejor QB de Jaguars, un rookie de 6ª ronda que sólo erró 3 pases. El noruego Vedvik es lo peor que ha enviado Escandinavia a Norteamérica desde la invasión vikinga. Que se digan a Jets y Vikings. Los Raiders nos tenían despistados con el Browngate y resulta que no son tan malos. Igual los Texans, quienes con tanto trade desmedido, no habíamos valorado su potencial. Cuidado con Bengals y Redskins, que de ir de víctimas, a punto estuvieron de dar sendos sustos a dos claros aspirantes al título de la Conferencia Nacional. A lo mejor, ni los unos son tan mediocres ni los otros van tan sobrados.

 

Sobrerreacción, sobrerreacción, sobrerreacción. Es tan larga la offseason que no podemos asimilar la sobredosis de nuestra droga favorita. Diría que nuestro carácter latino nos hace ser en exceso exagerados, pero las reacciones en USA son aún peor. Nuestro deporte favorito no conoce el término medio. Por eso nos encanta. Ah, y por cierto, todo lo escrito arriba, imprimidlo y pegadle fuego. Es para lo único que vale.