La primera mitad de la temporada ya pasó Justin Herbert maravillando a los fanáticos de Chargers por su manera de jugar al football.
Pero los resultados no se están dando y esto inmediatamente genera una nueva interrogante. ¿Cuál es el futuro de Anthony Lynn como head coach de Chargers?
Cuarta temporada al mando y no mucho por resaltar
Anthony Ray Lynn llegó en la temporada 2017 para hacerse cargo del equipo con apenas un partido de experiencia como head coach en la NFL. En su cuarta temporada en el puesto acumula un total de 56 partidos dirigidos contando con marca igualada de 28 victorias, 28 derrotas.
En una sola ocasión ha logrado llevar al equipo a los playoffs en el año 2018. Además no solo no ha logrado marcarle una identidad ganadora, por el contrario ha dejado su huella en la historia de la franquicia con la nada grata capacidad de perder encuentros de la manera más increíble posible. Entre el año 2019 y 2020 Chargers bajo la gestión de Lynn han perdido 15 de 18 partidos con diferencia de 7 puntos o menos.
¡Sonríe Lynn!, la dirección apunta a mantenerse en el puesto
Con contrato vigente hasta el año 2021 y respaldado por lo que no es ni por mucho un secreto de que todos los niveles de la organización tienen una química espectacular con el coach Lynn. Es un personaje muy respetado y admirado tanto por jugadores, staff, oficinas, Tom Telesco e incluso hasta la misma familia Spanos dueña del equipo. La tendencia de esta última a mantener a los head coach en sus puestos por un período importante de tiempo, rechazando siempre la idea de realizar cambios de timón con la temporada en marcha.
Cada derrota que el equipo ha sufrido inmediatamente los jugadores realizando declaraciones a los medios de comunicación indicando que tiene toda la confianza en Anthony y están seguros de que él y sus asistentes lograrán cambiar las cosas.
La inexistencia en la organización de algún coordinador o coach asistente con experiencia previa suficiente en la dirección de algún equipo de la NFL como para ser considerado candidato natural para relevarle en el puesto es otro punto que le hace a Lynn esbozar una sonrisa y tomar las cosas con calma. Para los partidos restantes en la temporada e incluso, por qué no, ir planeando el equipo de cara a la próxima temporada. ¿Pero…, habrá algo de qué preocuparse?
Lynn, ¿y si la dirección es la puerta de salida?
Enumerar los puntos que indicarían que el tiempo del head coach de Chargers ha llegado a su fin pudiera convertirse en una tarea titánica, podemos mencionar, por ejemplo: la tibieza con que los aficionados le culpan a la hora de cerrar los partidos, la imagen de tener una mayor preocupación por no perder el encuentro que por encontrar la manera de ganarlo, tener una marca de 9 derrotas consecutivas contra los rivales de división, derrotas que hieren el orgullo de los seguidores.
Lo cierto es que el desanimo de los fans ha venido creciendo con el paso de los partidos, con los resultados adversos y sobre todo la manera en la que el equipo ha perdido en la temporada.
En su afán de encontrar positivismo en la adversidad enfocan sus miradas en encontrar la mejor actuación individual del equipo y la mayoría de las ocasiones ha recaído esto en su quarterback rookie Justin Herbert.
Pero Lynn es duro en su manera de analizar las derrotas. No tendrá un comentario agradable o por lo menos neutral hacia sus jugadores, esto ha generado que el nivel de popularidad de Anthony también se encuentre a la baja.
Habrá que esperar que las victorias en lo que resta de la temporada o de lo contrario ver que tanto se puede sostener esta relación.
Por @Juande_C