No han sido pocos los comentarios que he leído y oído con tono de mofa o despectivo sobre la Combine de la NFL durante estos días. Gente que, con total legitimidad (faltaría más) argumenta la poca utilidad que tiene este acontecimiento, basado en realizar a los principales prospects del draft una serie de pruebas físicas y mentales para comprobar sus relativas capacidades como jugador profesional de fútbol americano.
Pepe Rodríguez (@pepebrasin) expresaba en el Diario de As América del lunes su opinión al respecto. Sí queréis saberla en detalle os recomiendo encarecidamente escuchar su programa. A decir verdad, no se qué hacéis con vuestra vida si no lo hacéis ya a diario. Ya estáis tardando. Para sintetizar, Pepe se situaba en el lado opuesto de la balanza.Es cierto que pocas veces (o ninguna) un jugador tendrá que correr las 40 yardas en línea recta, o tendrá que realizar un salto vertical. Pero la Combine no sirve exactamente para eso. Sirve para ver cómo se desenvuelve el jugador en un entorno desconocido y casi hostil. Para confirmar o aumentar las sospechas respecto a su trayecto universitario, que siempre debe ser el epicentro sobre el que evaluar el potencial de los jugadores de cara al draft. Esto es un añadido, y como tal debe ser tomado.
Ahora bien, expondré el punto de vista de alguien considerado novato en el fútbol americano, que vio su primera Combine este año. Para mí, este evento se ha convertido en una de las cosas más interesantes en la offseason, y eso que en directo no he podido ver demasiado. Con lo reducida que es la temporada, cuantos más entretenimientos ponga la NFL a favor del espectador, mejor que mejor. En el desierto de la offseason, todo oasis es bien recibido, y la Combine me ha parecido uno de los más refrescantes.
La forma de vender el producto, en lo que son absolutamente expertos, también ayuda mucho. Porque ver a chavales corriendo, saltando y atrapando balones sin existir competitividad puede resultar algo tedioso, pero la NFL se esfuerza en fabricar con estos elementos un producto atractivo. Introduce comparaciones con otros jugadores, comentarios y tertulias de veteranos sobre los próximos rookies de la liga. Además de, por supuesto, todo el entresijo de conversaciones y operaciones entre los distintos general managers de los equipos, que se juntan en Indianapolis para negociar con la excusa de ver a los chavales del draft.
Todo esto hace de la Combine un evento que, siendo estrictos, no es en absoluto indispensable para el desarrollo de la liga ni de obligado visionado para el aficionado medio, aunque las audiencias en Estados Unidos sean considerables (como todo lo que relaciona al balón ovoide). Pero sí que es una excelente forma de entablar un primer contacto con los futuros rookies para aquellos que no seguimos el fútbol universitario, siempre sin sobredimensionar los resultados que estos nos ofrecen en un fin de semana con sabor a gloria en estas fechas. Denme atletas saltando, corriendo, pasando y atrapando balones. Denme football. Denme circo, si lo prefieren.
Ander Mateos @mateosbrand