Estamos en Navidad y los fans de los Philadelphia Eagles acabamos el año como cualquier cristiano, esperando haber sido lo suficientemente buenos como para que el niño Foles, el nuevo Mesías, guíe nuestro camino y rezando porque los Reyes Magos nos traigan play-off a pesar de haber jugado muchos partidos como para recibir carbón.
Llegada la semana 17, la situación de nuestros Philadelphia Eagles es un claro ejemplo de lo que ha sido esta temporada: un cúmulo de altibajos. Han sido bastantes los partidos que se han dejado escapar en el último cuarto y ahora lo estamos sufriendo dependiendo de terceros para conseguir una última plaza de wildcard de la NFC.
También es necesario destacar que muchas de nuestras victorias reflejan un resultado muy ajustado en el marcador y algunos de nuestros rivales podrían opinar lo mismo que nosotros en el párrafo anterior, pero aquí nos ocupa el balance de temporada de Eagles y la sensación de haber dominado algunos partidos y no cerrarlos cuando toca pesa demasiado.
La llegada de nuestro Mesías
Nick Foles volvió en la semana 13 tras la lesión de Wentz y esa coincidencia hace creer a muchos que lo ha hecho para salvarnos otra vez. De ahí que Pablo Casado le eleve a la categoría de Mesías en el podcast de Eagles_Spain de la semana pasada y hasta Chris Long le haya hecho un altar en su taquilla en el vestuario.
Con Foles, el equipo ha ganado profundidad en el juego de pase y es menos previsible. El reparto de pases entre receptores también ha variado ya que Foles ha buscado mucho más a los WR (y menos a los TE que Wentz) y ese hecho hace que se abra más el campo y se pueda sorprender con más variedad de jugadas en zonas intermedias.
En definitiva, Foles nos ha vuelto a hacer más competitivos. Nos ha traído esa garra que hacía falta en algunos momentos de los partidos para meternos en él cuando el ataque no conseguía mover las cadenas.
Quizás sea por estar en su último año de contrato o porque tiene el modo «yo traigo la épica a este equipo» activado y le gusta hacerlo así, pero la verdad que pocos hubiésemos dicho que después de la derrota ante Cowboys en la semana 14 íbamos a tener opciones de entrar en play-offs.
Y si aquí estamos es gracias en gran parte a él, a nuestro Mesías particular.
Los Osos Magos de Illinois
Tan importante para nuestras aspiraciones de play-offs es ganar ante Washington Redskins en la semana 17 como que pierdan los que hasta el momento nos arrebatan la última plaza de wildcard disponible, los Minnesota Vikings.
Esa importante tarea está reservada los Osos Magos de Illinois. Doug Pederson ya se ha encargado de conseguir que estén en camino, o eso dicen. Sólo nos queda esperar a que lleguen a tiempo.
A Meclhisky le pedimos que traiga precisión y que sepa escaparse de la presión del front seven de Vikings para hacer un buen partido.
A Gaspburton que consiga terceros downs importantes y pueda mantener el ataque de Bears vivo cuando más falta les haga.
De BaltaMack esperamos que le de mirra, cera o los garrotazos que hagan falta para que Cousins no pase tranquilo a Diggs y Thielen.
Que siga la ilusión
Los fans de Philadelphia seguimos creyendo y esperamos la llegada del nuevo año con ilusión y esperanza de que recibamos lo que hemos pedido, almenos poder disputar la wildcard.
Raka Eagle, @wentzylraka en twitter, en representación de @eagles_spain