Vamos a desvelar uno de los secretos que se están dando en la franquicia de Detroit. Estamos en el segundo año de Dan Campbell al mando del equipo y se va viendo un cambio en la ciudad, en la plantilla y en el staff. Para todo ello vamos a elaborar un maravilloso cuento de magia, ilusión y pasión que se vive en el Ford Field y en Allen Park.
LOS ORIGENES
Nuestra historia comienza en los albores del nacimiento de la NFL. Allá por 1930 nace en la ciudad de Portsmouth un equipo de football que en 1934 se desplaza a Detroit y permanece allí hasta nuestros días.
En esta época y en los años 50 se vive una etapa de éxito con 3 títulos de la liga, no pensar en la Super Bowl que no existía todavía. Después de esta etapa de bonanza, comienza una andadura en el desierto que dura hasta hoy. Durante este período al equipo llegan grandísimos jugadores pero nunca se hizo un equipo capaz de luchar por el título.
De esta manera jugadores como Spielmann, Sanders o Megatron se hicieron con un nombre en la liga pero no consiguieron quitar esa sombra que cubre el estado de Michigan. También pasarían entrenadores que querían dirigir a la franquicia hacia un nuevo rumbo. Pero éstos últimos también fracasaron en su objetivo, como Schwartz o Caldwell que no consiguieron una victoria en playoffs.
LA EDAD OSCURA
Así llegamos a 2019 y entra en juego el mayor villano de esta historia. Un gurú defensivo llamado Matt Patricia consigue el puesto de Head Coach y llega a Allen Park. Las expectativas que se imponen son de cambio en la franquicia. Desde el primer momento se impone un régimen autoritario donde la ley se llama «Patricia».
Este periodo, que podríamos llamar edad oscura, dura hasta 2021. En esos 3 años el discurso que se da desde la cabeza del staff es de suficiencia y falsa autocrítica. Mientras se entonaba el «mea culpa» en las ruedas de prensa, en el campo se cometían los mismos errores y no aparecían las mejoras. Campbell
En el verano de 2021, se produce la caida de esta dictadura, deportivamente hablando, y la llegada del nuevo líder. Un líder con la titánica tarea de cambiar la idiosincrasia de la franquicia.
LA REVELACIÓN LLEGA A DETROIT
En esa offseason vemos la llegada de nuestro héroe, un tipo duro sin pelos en la lengua. Desde el primer momento se nos muestra con mucha confianza y con un discurso claro. Quiere un equipo luchador, que se deje la piel en cada snap y que peleé hasta el último minuto. Y con un mantra repetido en cada traspiés, «Confiar en el proceso».
Este lema no está dirigido hacia los aficionados como mucho pensábamos, es para sus jugadores. Les dice que entrenen duro, aprendan de los errores y sean disciplinados con el playbook. Es el líder que de cara a los demás les defiende a muerte poniéndose en el patíbulo si hace falta. Pero en Allen Park los trata como un profesor devoto y sobre todo justo. Desde el primer día ha demostrado una confianza y lealtad hacia la plantilla sin precedentes. Esto se ha visto en el desempeño de jugadores como Parker o Jacobs jugadores undrafted con un valor como backup incuestionable, hasta el punto de pelear por la titularidad.
Así en estos dos años han estado trabajando sin descanso para afianzar unas bases sobre las que despegar. Paso a paso, sin precipitarse a pesar de conseguir la primera victoria después de 13 semanas de competición. Aunque las victorias no llegaban el equipo daba sensación de ir creciendo cada jornada que pasaba.
EL MILAGRO
Y en este año 2022 se produce un milagro que inunda la ciudad del Motor en una esperanza e ilusión largamente olvidada. Con un arranque muy titubeante alternando partidos buenos con otros pésimos, sobre todo en una falta de regularidad en las dos unidades principales. Si el ataque jugaba bien la defensa no y viceversa. Pero en la week 8 tras el bye los astros parecen alinearse y se comienza a ver los frutos del trabajo. Así se hace visible que ese mantra repetido «Trust the process» se hace realidad.
La llegada de Sewell o Hutchinson, en los draft de 2021 y 2022 respectivamente, han dotado de un plus de calidad en la plantilla. Grandes sorpresas como el undrafted Parker o un sexta ronda como Rodríguez, ambos con un papel principal en la plantilla nos hablan de la capacidad de Campbell para sacar lo mejor de cada jugador independiente de su rol o importancia.
Cual es este secreto o milagro que posee el head coach de Lions. Es su entendimiento de lo que una plantilla necesita para poder lucirse y dar el 100% en cada snap. Su conocimiento de como tratar a deportistas, que como él, pertenecen a un equipo NFL. Todos los jugadores están a muerte con Campbell y están involucrados en ese proyecto que tiene el ex-Tight End para la Motortown. Ha conseguido unir una plantilla que largamente estaba compuesta por jugadores individuales y lo ha convertido en un EQUIPO, así con mayúsculas.
6⃣th year in the @NFL, making his first career start playing position he's never played in the league. @DanSkipper70 answered the challenge. pic.twitter.com/T9RN2lmEXc
— Detroit Lions (@Lions) September 19, 2022
El mejor ejemplo lo vemos en esa celebración que tienen muchos equipo en la liga de entregar balones del partido disputado al final del encuentro. Esto se hace para resaltar alguna acción meritoria o que ha cambiado el rumbo del encuentro. Durante esta temporada hemos visto como Dan Campbell ha utilizado este momento para crear un ambiente propicio donde todos tienen su hueco y se sienten importantes.
Como ejemplos el Head Coach ha dado el balón a Aaron Glenn cuando estaba discutido. También se lo dio a Dan Skipper que llevaba mucho tiempo en la franquicia en el PS o como reserva por su primera titularidad tras 6 años en la liga. O en la victoria frente a Vikings, aquí se entregaron 2 balones, uno a Buggs y otro a Moore. Ambos son jugadores secundarios en rol pero muy importantes para el funcionamiento global del equipo.
Y así con ese trabajo y filosofía, Dan Campbell ha conseguido cambiar a una franquicia perdedora por una con un hambre de triunfo inmenso. Este año va con un récord 6-7 y 5 victorias en los últimos 6 partidos. Una racha que hacia años no se veía en Lions.
Con esto en mente, me lleva a imaginar futuros triunfos y me hace vibrar cada partido. En estos momentos somos un equipo con una dinámica positiva capaz de enfrentarse y ganar a cualquier equipo de la NFL.
Solo me queda repetir el mantra «TRUST THE PROCESS».
ONE PRIDE.