La temporada NFL 2021 llega a su fin. Una campaña plagada de igualdad y emoción, jornada tras jornada. Como no podía ser de otra manera, nos ha dejado momentos espectaculares y surrealistas. Irrepetibles. Sirva este artículo sobre la superbowl entre Rams y Bengals como recuerdo y homenaje a estos meses inolvidables. Que nadie se lo tome a mal. El único objetivo es conseguir arrancar una sonrisa.
Super Bowl LVI – SoFi Stadium – Inglewood (California) – 13 de Febrero de 2022
Amanece una mañana despejada y soleada en California. Como la de todos los días. Aquí comienza la crónica anticipada de la Superbowl por parte de Antonio Magon. Como todos los años. Un nuevo día de la marmota, en homenaje póstumo a Milltown Mel, la marmota meteoróloga de su homónima cuidad de New Jersey. Ojalá algún día la humanidad aprenda a divertirse sin dar por saco a los animales. Si normalmente este artículo suele resultar interminable, agarraos que vienen curvas, porque los juegan los Bengals, el equipo favorito del redactor.
La multitud, madrugadora porque la hora local es inusual para estos eventos al celebrarse este año en la costa oeste, abarrota Pincay Drive camino al estadio. Se ven pocas mascarillas entre los aficionados. Podemos observar un personaje de pelo blanco ensortijado alertando a las masas sobre los alarmantes peligros de no llevar mascarilla en exteriores. No obstante, más peligrosas parecen las almendras con las que acaba de atragantarse. (NOTA: Hagan siempre caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias).
Como es habitual, en los alrededores del estadio se organizan juegos de habilidad para niños: precisión en el pase, patada más larga, etc., en esta oportunidad, patrocinados por los Washington Commanders para publicitar su nueva imagen. Al segundo clasificado le regalan una camiseta con el logo actual. Al primero y ganador, un premio mejor: una con el logo antiguo.
El proceso de entrada al estadio es lento, interrumpido por una manifestación de PACMA. Exigen a la NFL el cambio de nombre de los equipos participantes en la superbowl, ya que aluden a la agresividad y ferocidad de carneros y tigres, una imagen muy sesgada y discriminatoria de los caracteres de tan simpáticos animalitos. Suenan como alternativas Cincinnati Cigar-smokers y Los Angeles No-drafters.
Observamos problemas para acceder al estadio para la delegación de televisión enviada desde España. El encargado les niega la entrada acusándoles de impostores, ya que él conoce bien a los presentadores españoles, y entre ellos no hay nadie con acento italiano. Finalmente, la situación se soluciona gracias a unas acreditaciones aportadas por el canal Nickelodeon.
Se abre paso entre el gentío el autobús con la comitiva presidencial. Como acto de conciliación para rebajar los encendidos ánimos en la política, se ha invitado a varios expresidentes de la nación y sus séquitos: Obama, Bush Jr., Clinton, Carter… Sin embargo, el portero retiene en la puerta a Trump. Por lo visto, su entrada no se encuentra en el paquete que le han entregado, a lo que el magnate replica indignado que las cuente bien todas, para terminar denunciando que le han robado. Cuando ya falta poco para el inicio del partido, llega Biden con su tradicional trotecillo. El hombre está mayor y se le habían pegado las sábanas.
Prolegómenos
Saltan los equipos al campo, pero sólo vemos a los Rams. Preocupados, los organizadores van a los vestuarios a ver qué ocurre con los Bengals. Finalmente, todo resulta ser fruto de una confusión. Como los Bengals hace tantísimos años que no pisan una superbowl, no están muy familiarizados con los protocolos.
La cantante country Mickey Guyton es la encargada de interpretar el himno nacional. Con el fin de realizar una actuación más moderna con la que conectar con el público joven, cambia su estilo musical habitual hacia uno más orientado al reggaetón. La versión no termina de convencer a la audiencia, en especial a la más tradicional, sobre todo cuando empieza a perrear en la estrofa de que la bandera hondeará triunfal en la tierra de los valientes.
No obstante, la mayor decepción para el público llega cuando al término del himno no sobrevuelan los cazas de la aviación como suele ser habitual. Indignado, Biden pide explicaciones al Secretario de Defensa, que le informa que no quedan disponibles, ya que todos se han enviado a la crisis de Ucrania.
El colegiado del encuentro, Ron Torbert, llama para sorteo inicial a los capitanes de honor de ambos equipos. Sin embargo, por la parte bengalí, Ochocinco no se ha presentado como medida de protesta por lo elevado de los precios de las entradas (¿acaso no podría pagarse su entrada?), y por la parte angelina tampoco hay nadie, ya que Kurt Warner está negociando un acuerdo con la industria cinematográfica para cerrar una segunda parte de su película. Así las cosas, Torbert, reunido con sus asistentes, deciden de forma arbitraria (como no puede ser otra manera) que, ya que los Rams son el equipo que juega ahí habitualmente, sean ellos quienes reciban la primera posesión como deferencia a los anfitriones.
Comienza el partido
El novato McPherson golpea el oval con tanta fuerza y entusiasmo, que el kickoff inicial golpea en el techo del estadio y cae muerto sobre la yarda 50. Los Rams dispondrán de una inmejorable posición de campo para su primer drive. El fiasco de la patada, grabado por miles de teléfonos móviles, se convierte en tendencia en Tik Tok, donde inmediatamente surge el reto de patear un balón dentro de una casa y que golpeé el techo. Los resultados son desternillantes.
Stafford salta al campo, henchido de entusiasmo al verse por vez primera en tan relevante evento, tras una carrera ensombrecida por el errante devenir de los Lions. Todos los seguidores angelinos de los Rams irrumpen en una cerrada ovación. Los cuatro.
Espoleado para encauzar el partido por la vía rápida, conecta por el aire con Higbee y Jefferson, pero la defensa bengalí reacciona y para a Michel en 3ª y 1. A continuación ocurre algo insólito. McVay pone en el campo una extraña formación, con todos los jugadores en la línea de scrimmage, excepto un tipo muy por detrás del snap. La situación desconcierta a Taylor, quien pide tiempo muerto para analizar qué hacer, a la vez que pide explicaciones a los árbitros por si esta extravagante formación fuera ilegal. Los expertos analistas, los más veteranos, creen recordar que es una jugada que se usaba antiguamente y recibía el nombre de punt, en aquellos lejanos tiempos pre-analytics en los que no era obligatorio jugarse todos los cuartos downs.
Una vez decretada la validez de la acción, Hekker chuta el punt, pero Evans, el retornador bengalí no sabe qué hacer. Desconcertado, mira hacia la banda, pero Taylor está aún enfrascado leyendo un antiguo libro con la normativa de la NFL. Despistado, recibe el placaje de Powell que le hace perder el balón. FUMBLE. Rams recupera la posesión en una excelente posición.
Dispuesto a aprovechar el regalo, Stafford lanza un pase a Kupp en una ruta exterior quien, totalmente desmarcado, se marcha en solitario a la end-zone. TOUCHDOWN. El extra-point es bueno. Rams 7 – Bengals 0. En la repetición, se puede apreciar que el encargado de marcar a Kupp, Eli Apple, abandonó su marca cuando al pasar cerca de la banda descubrió en primera fila al actor Jack Nicholson, gran aficionado al deporte en Los Angeles, y no pudo resistirse a saltar a la grada para hacerse un selfie con él.
Ahora es el turno para los Bengals, quienes también encadenan un maravilloso drive. Burrow es sackeado las 3 veces, sí, pero sólo pierden 22 yardas, todo un éxito para su línea ofensiva.
Taylor, una vez ha comprendido en qué consisten los punts, ordena a Huber a ejecutarlo, pero al hacerlo tan cerca de su propia zona de marca, deja un retorno franco a Kupp. Éste, tras varios espectaculares quiebros, una cinta con doble tirabuzón y un explosivo sprint final quitándose defensores de encima, consigue llegar de nuevo a la zona de marca. TOUCHDOWN. El extra-point es bueno. Rams 14 – Bengals 0. Los nervios por verse de forma tan inesperada en esta superbowl atenazan al conjunto atigrado, quien parece que todavía no se ha presentado al partido.
Ante la imposibilidad de Burrow para tener un mínimo respiro para pasar, Cincinnati comienza a emplear la carrera. Mixon empieza a ganar terreno corriendo muy inteligentemente: para librarse de Von Miller, en vez de usar el stiff-arm, le echa el vaho a la cara, lo que empaña sus gafas y le impide verlo, consiguiendo así una importante cantidad de yardas.
Llegamos al segundo cuarto
Bengals llega a la zona roja, pero como le viene sucediendo en estos playoffs, se queda atascado ahí. Tras 2 nuevos sacks a cargo de Donald y Floyd, en tercer down, Burrow lanza un pase a la end-zone hacia Chase. Ramsey le empuja y el pase es incompleto, pero los árbitros han recibido órdenes de no pitar nada. En su afán por parecerse a su ídolo A.J. Green, el joven receptor bengalí se enzarza en una pelea con el cornerback, que termina con ambos expulsados del encuentro. La jugada termina con un FIELD-GOAL que rompe el cero en el marcador de Cincinnati. Rams 14 – Bengals 3.
La anotación estimula la defensa bengalí, pero Stafford con extraordinaria sangre fría, lanza un pase profundo hacia Beckham, quien lo atrapa sobre la banda a una mano cayéndose hacia atrás. La recepción, mucho más espectacular que la que consiguió cuando jugaba en Giants, levanta al público de sus asientos. Sin embargo, expertos analistas la desdeñan porque para ellos fue mejor la anterior. El football de antaño, ah, eso sí que tenía mérito.
Conjurados para evitar que vuelva a anotar, Bengals dispone cuádruple cobertura contra Kupp. Sin embargo, sin saber ni cómo, el escurridizo receptor consigue eludir la marca, saltar rodeado de contrarios para atrapar el pase, y plantar los pies de forma inverosímil antes de salir del campo. TOUCHDOWN. El extra-point es bueno. Rams 21 – Bengals 3. Los Ángeles aumenta su ventaja gracias al talento de Kupp, sin duda, el receptor más completo de la actualidad. Su nombre empieza a sonar como MVP del partido, ante la carcajada general de quienes votan el premio, sorprendidos por la inocencia de quienes piensan que estos galardones no están destinados exclusivamente a quarterbacks.
Cincinnati recurre ahora una innovadora estrategia. Dado que no puede evitar los sacks, se alinea en el lado contrario del campo y así, cada vez que Burrow es sackeado, en lugar de retroceder, avanzan. Estamos ante una batalla táctica entre dos mentes ofensivas que se conocen a la perfección por su etapa juntos en Rams. McVay vs Taylor. Maestro frente a alumno. Más experimentado, McVay ordena a su defensa que no presione. Burrow, emocionado porque por primera vez en el partido tiene tiempo para pasar con comodidad, lanza un pase largo a Boyd con lo cual, Cincinnati retrocede todo lo que había avanzado.
Nos encaminamos hacia el final del segundo cuarto. Rams se dispone a chutar un field-goal con sólo 3 segundos en el reloj. Es largo, y el chut de Gay queda corto, como el de Prater en el JAC-ARI. Inteligentemente, Evans se había situado bajo los palos, recoge el balón e inicia el retorno para Bengals. Avanza todo el campo, con el reloj a cero, sorteando contrarios, hasta que, a falta de una yarda, es placado y termina la primera parte. Los Rams lo han vuelto a hacer, como en la superbowl XXXIV. Ahora ya sabe Evans lo que sintió Dyson.
Nos vamos al descanso. Rams 21 – Bengals 3
El cantante Snoop Dogg no va a poder actuar en el descanso por un contratiempo con la justicia, así que la NFL organizó una consulta popular para buscarle sustituto. La votación del público dio como ganadoras, por aplastante mayoría, a Tanxugueiras. El fabuloso espectáculo del trío de gallegas pone el pie al público del SoFi Stadium y reabre la polémica sobre su exclusión para el festival de Eurovisión.
Hay varios exquarterbacks charlando y bebiendo animadamente en una mesa, pero curiosamente Tom Brady no tiene consumición. Extrañado, se lo recrimina al camarero, pero éste le responde que Schefter le dijo que ya se había retirado, a lo que Tom replica enojado que cuando decida irse, lo dirá él mismo.
Vemos a Rodgers repanchingado en el palco de personalidades, ocupando dos asientos: el suyo y el correspondiente a los Bears, ya que afirma que todo lo de Chicago le pertenece.
Los Dolphins anuncian que, para erradicar cualquier posible atisbo de supremacismo racista en su franquicia, no volverán a jugar de blanco.
Se hace pública una demanda de Urban Meyer, ex-entrenador de Jaguars, contra la franquicia de Jacksonville, ya que él perdió 11 de 13 partidos, pero en ningún momento la directiva le recompensó por ello.
Extraña la ausencia de Bill Belichick. Según parece, sigue en el hotel esperando un Uber que le lleve al estadio; pero por error está enviando mensajes de Whatsapp a Huber, el punter de Bengals, que una y otra vez le repite que él no es ningún taxista. Como es imposible llevar la contraria a BB, y ante el temor a las represalias por el temido entrenador, Huber abandona el estadio para ir a recogerle. Su retorno es cuestionable.
Tercer cuarto
Se reanuda el partido con posesión para Bengals. Cincinnati necesita reaccionar para remontar el partido, pero Burrow aparenta estar completamente tranquilo. De hecho, se le ve salir del vestuario disfrazado de Bob Esponja, en la esperanza de que la acolchada indumentaria le proteja mejor del castigo que está recibiendo. Tras los correspondientes sacks en primer y segundo down, Burrow hace el handoff a Mixon, quien de pronto se detiene y lanza un pase hacia el centro del campo, a una zona muy poblada de defensores. El balón es INTERCEPTADO por Weddle, quien raudo se dirige hacia la zona de marca para anotar el TOUCHDOWN. El extra-point es bueno. Rams 28 – Bengals 3.
El veterano safety celebra la anotación que prácticamente sentencia la final elevando el puño al a aire. Inmediatamente, los árbitros le sancionan con taunting. A los colegiados les parece una flagrante falta de respeto alegrarse de esta manera ante la desgracia ajena. Un poco de educación, por favor. El público cada vez entiende menos esta normativa, que prácticamente implica pedir perdón por cada buena jugada realizada.
Taylor le pide explicaciones a Mixon sobre por qué ha hecho esa jugada, y el runningback le responde que era lo que él le había dicho que hiciera. Para demostrarlo, le muestra el whatsapp donde Taylor le dice que pase al centro. Taylor reconoce entonces que se ha equivocado de Joe. El mensaje era para Burrow, no para Mixon. En algunos círculos, se empieza a considera ya a Taylor como el nuevo Belichick.
De nuevo, posesión para Bengals. Burrow en shot-gun. Recibe el snap. Pase rápido a Boyd. Recepción y comienza a correr. Suena un silbato. Todos los jugadores se quedan parados, excepto Boyd que sigue corriendo. Llega a la zona de marca. TOUCHDOWN. Los Bengals recortan distancias ante las airadas protestas de los Rams. El árbitro principal les indica que, en realidad, su auxiliar de la banda, al ver un grupo de aficionados brasileños bailando, se ha venido arriba y les ha acompañado en la música: “pí-pí-pí-pipipí, pipipí-pi-pi-pipipí, samba da bahía, samba da bahía”. No hay razón para anular la anotación. El extra-point es bueno. Rams 28 – Bengals 10.
Dispuestos a evitar una remontada como en el partido contra Buccaneers, los Rams siguen siendo agresivos. Stafford continúa pasando profundo, apoyado en acciones de play-action. Cae el sol y empieza a anochecer en Los Angeles. Uno de los últimos rayos se cuela por los ventanales del estadio, tal como pasó en el de los Cowboys, cegando a Higbee, y el balón cae inesperadamente a las manos de Wilson. INTERCEPTADO. El retorno del linebacker llega hasta la yarda 30 de Rams.
Harto de recibir sacks, Burrow convence a Taylor de chutar el field-goal antes de verse en una posición más retrasada. El entrenador, consciente de que el QB sabe más que él, le hace caso. En primer down, McPherson chuta a palos y convierte la patada. Rams 28 – Bengals 13.
Ahora, la ofensiva angelina se vuelve más conservadora. El resto del cuarto discurre entre carreras de Rams para consumir reloj, y turnovers on downs de Bengals provocados tanto por los sacks como por carecer de punter, que nadie sabe dónde se ha metido. Por suerte, la defensa contra la carrera de Cincinnati es efectiva y deja a Rams sin anotar puntos.
Cuarto cuarto
Llegamos a la parte decisiva del encuentro con clara ventaja para Los Angeles. Los del carnero están ganando la batalla posicional, y tienen encerrados a los Bengals en su propia yarda 2. Cincinnati necesita reaccionar. Taylor, fino estratega, comenta con amargura a Burrow, para picarle, que quizá debió haber drafteado a Herbert, que tiene mejor brazo. Herido en su orgullo, el QB atigrado salta al campo decidido a contradecir a su entrenador.
Burrow recibe el snap, retrocede unos pasos, ya dentro de su propia end-zone. Suelta el brazo y se saca un manguerazo de 76 yardas que dejaría en evidencia al lanzado por Herbert contra los Giants, que pilla desprevenida a la secundaria de Rams, que esperaba, como de costumbre, un nuevo sack. Higgins recibe el balón y se marcha en solitario a la end-zone. TOUCHDOWN. En su celebración, el WR bengalí lanza el balón a un grupo de aficionados. El extra-point es bueno. Rams 28 – Bengals 20.
El touchdown anotado es el más largo jamás conseguido en una superbowl. Ese balón es, por tanto, histórico. Como sucediera con el del record de Brady, el propietario de Bengals negocia con el aficionado para recuperarlo, pero dada su proverbial racanería, apenas le ofrece a cambio una bolsa de pipas. El trade no fructifica.
Los Rams intentan enfriar el partido a base de carreras, pero Akers parece no encontrarse bien. Siente fiebre, dolor de cabeza, irritación de garganta y tose continuamente. Síntomas evidentes de estar contagiado del coronavirus. Sin embargo, en virtud de los nuevos protocolos covid de la NFL, si puede andar, puede jugar; por lo que, tras ser evaluado, los médicos determinan que puede seguir en el partido. Su retorno es probable, aunque su efectividad se resiente.
Los Bengals no aprovechan esta circunstancia, y el partido avanza hacia el two-minutes-warning, con posesión para Rams. Cincinnati necesita un milagro.
Two Minutes Warning
Y este milagro se produce. Stafford pasa a Beckham, pero el receptor considera que no ha sido suficientemente utilizado en el partido y, enfadado, suelta el balón. FUMBLE recuperado por Bell para Bengals. Cincinnati tendrá una nueva oportunidad. Por su parte, el receptor se marcha por la banda a la vez que se desprende de su ropa al ritmo de “you can leave your helmet on” que suena por megafonía. Le llueven numerosos improperios por parte de la grada, pero también, cuantiosos contratos como estrella de cine porno por la industria cinematográfica de Los Angeles.
Con el fin de evitar una victoria de Rams, y quedar señalado como el QB que no pudo conseguirlo, Goff se ofrece a ayudar a Bengals en su remontada. Como la plaza de QB ya está ocupada, lo hace de RT y, a pesar de la considerable diferencia de tamaño con Prince, lo hace muchísimo mejor que él. De hecho, no sólo Burrow evita ser sackeado, sino que Mixon puede correr con muchos huecos por ese lado.
Faltan apenas unos segundos. Bengals está ya en la red-zone, pero sólo hay tiempo para una jugada. Para ayudar en la protección a Burrow, Taylor alinea a Prince como extra-OT. Snap, la presión le llega a Burrow, nuevamente por el lado de Prince. Se vuelve a mascar el sack. Escapa milagrosamente de Donald cual Houdini, pero enfadado con su OT, le tira con rabia el balón a ver si le da en toda la cara. Con precisión de cirujano, el balón de Burrow se incrusta en las protecciones del casco de Prince y, como estaba en la end-zone y era jugador elegible, los árbitros decretan posesión y TOUCHDOWN. Un nuevo TD para un gordo, algo que ha sido afortunadamente frecuente esta temporada. Rams 28 – Bengals 26.
Taylor llama a sus capitanes para ver qué hacer, al igual que hizo Harbaugh en la jugada final del Steelers-Ravens. Como aquel caso, no es más que un paripé, ya que está claro que deben ir a por la conversión de dos.
Con el reloj a cero, Burrow hace el handoff a Mixon, quien arranca hacia la izquierda y se la pasa hacia atrás a Higgins, que lo pasa a Uzomah y éste a su vez a Boyd, quien justo antes de caerle el sack, suelta el balón hacia el otro extremo del campo donde Burrow se encuentra totalmente desmarcado. Un “Cincinnati Special”, pero algo más complicado, como homenaje a todas las jugadas de engaño que este año nos han sorprendido en la NFL. Sin embargo, Burrow no se apresura a cruza la línea de gol. Lleva todo el partido sufriendo una intensa presión y, ahora que por fin se encuentra solo, está disfrutando el momento. La conversión es buena. Rams 28 – Bengals 28. Nos vamos a la prórroga después de que Cincinnati remontase un 3-28. Qué mejor homenaje a Tom Brady en el año de su retirada.
Prórroga
Ha sido un partido tan disputado que ambos entrenadores, muy amigos, proponen dejarlo así, en empate. Sin embargo, la NFL responde que no puede ser, ya que se consideraría un agravio comparativo con el Raiders-Chargers de la última jornada de temporada regular donde tampoco les dejaron empatar para clasificarse ambos a playoffs. Resignados, Taylor y McVay retornan a sus respectivas bandas para organizar la prórroga.
Ante la polémica suscitada por la ventaja reglamentaria para el equipo que gane el sorteo, la NFL ha decidido cambiar la manera de designar el equipo que dispondrá de la primera posesión. Estamos en un juego viril, por lo que el ganador se decidirá por el representante que mejor aguante una hostia a mano abierta.
Por parte de los Bengals, el elegido no puede ser otro que Burrow, quien milagrosamente ha sobrevivido a los 56 sacks encajados. Su contrincante será Stafford, quien carga su poderoso brazo hacia atrás y suelta una tremenda bofetada. El QB de Ohio se tambalea ligeramente, pero permanece en pie. Ahora es su turno. Con toda su rabia contenida lanza un sonoro bofetón, pero el QB de Rams permanece impertérrito. Es tanto lo que ha pasado Stafford en Detroit que le ha hecho de piedra. Los Angeles dispondrán con justicia de la primera posesión. Los analistas del draft sacan pecho recordando que tenían razón y, en algún momento de su carrera, las pequeñas manos de Burrow le iban a pasar factura.
La impensable remontada se considera como una victoria en el bando de Bengals. Tal es así, que vemos a Burrow y varios de sus compañeros fumándose un puro, para desesperación de las autoridades sanitarias presentes en el encuentro. Stafford inicia el tiempo extra con un pase largo a Kupp, su receptor favorito. Sin embargo, Bates le echa el humo del puro encima y, entre la niebla ocasionada, el receptor no consigue localizar con el balón, que es INTERCEPTADO por el safety. La defensa bengalí vuelve a realizar un big-play, para asombro de quienes apenas la consideraban un conjunto de 11 conos.
Con un field-goal, Cincinnati ganaría el partido, pero se encuentra todavía muy lejos, ya que está en el centro del campo. Sin embargo, Burrow recibe el snap y se arrodilla para colocar el balón sobre los hash-marks derechos, perdiendo incluso 3 yardas en la acción. Con asombrosa sangre fría, McPherson salta al campo a ejecutar un field-goal de 72 yardas, que dejaría ridículo el nuevo record establecido por Tucker este mismo año de 66 en el final del Lions-Ravens. Sin apenas calentar, chuta el balón, que llega sobrado a los palos.
McPherson celebra, como en el partido ante Packers, pero los árbitros no se deciden si el FG ha entrado o no. Las imágenes ni confirman ni desmienten una cosa u otra. Llaman a técnicos del VAR de la liga de futbol española para que tracen las líneas, pero el resultado, para sorpresa de nadie, tampoco es concluyente. Ante la incertidumbre, los árbitros deciden que se chute de nuevo. La repetición se demora unos minutos ya que hay que retirar el confeti que la organización, precipitadamente, había lanzado ya antes de tiempo.
Esta situación donde hay un aparente ganador, pero se debe seguir jugando, ya la vivimos en la prórroga del Raiders-Ravens. El nuevo chut es bueno y los Bengals ganan la Superbowl LVI por 31 a 28. La celebración queda un tanto deslucida porque, al no haber ya más confeti que lanzar, deben ser los propios jugadores quienes hagan montones con la mano de lo que queda en el suelo y lo lancen al aire.
El destino ha querido que en este Superbowl se repita el desenlace del disputado hace 5 años entre Patriots y Falcons. Sin embargo, la NFL presenta una demanda contra Spanish Bowl por plagio de la Superbowl LI, alegando que ya está bien de esta tendencia a copiar y pegar, hombre, ya está bien.
Por su extraordinaria patada, McPherson suena como candidato a MVP, lo que vuelve a provocar la hilaridad entre los encargados de otorgar el premio, nuevamente asombrados de la ingenuidad de quienes piensan que este reconocimiento pueda ser para alguien diferente a un quarterback. Por supuesto, es Burrow quien recibe esta distinción.
La entrega del trofeo Lombardi la realiza el vice-comisionado, en vez de Goodell como suele ser habitual, ya que éste se encuentra desaparecido ante la catarata de escándalos que están sacudiendo la NFL. Por su parte, tampoco se encuentra Mike Brown, el octogenario propietario de los Bengals, ya que por su avanzada edad y lo emocionante del encuentro, ha sido ingresado en una clínica con una arritmia cardíaca. Su retorno es dudoso. En su lugar, es Burrow quien recibe el plateado trofeo, y en lugar de alzarlo como suele ser costumbre, le engarza una cadena y se lo cuelga al cuello como un preciado colgante. La discutible estética del QB bengalí choca con los posicionamientos más tradicionales, pero es indudable que conecta con los jóvenes.
Tras la ceremonia, Burrow se dirige al túnel de vestuarios cuando de pronto, ceden las barandillas y una multitud cae sobre él, como le pasó a Hurts en el Washington-Eagles. Es increíble que este chico no se libra de los sacks ni con el partido finalizado.
Así, entre fuegos artificiales, ponemos punto final a una espectacular e igualadísima temporada en la NFL. Si se han quedado con ganas de más, no desconecten de Spanish Bowl, ya que en nuestra plataforma podrán seguir disfrutando de los mejores contenidos, en todos los formatos posibles.
¡¡¡¡¡Ojalá pase esto!!!!!
Sería el mejor Super Bowl de la historia, me encantaría ver a «Sujétame el cubata» McPherson meter un field-goal de 72 yardas. ¡¡¡¡¡Ojalá!!!!!